Quellaveco es un proyecto minero
cuya construcción lleva bastante tiempo haciéndose esperar. La concesión la
otorgó el Estado en 1992 a la británica Anglo American y, pese a que se ha
diseñado ya la operación, la empresa aún debe resolver temas de tipo social.
El gerente general de Anglo
American Perú, Luis Marchese, da cuenta de la situación actual del proyecto.
Recientemente se anunció el
ingreso de Mitsubishi a Quellaveco. ¿En qué condiciones se ha dado esta
incorporación?
En la transacción no participa
Anglo American, es una transacción entre el IFC, del Banco Mundial, y
Mitsubishi. El IFC fue el que vendió el 18,1% que tenía en Anglo American
Quellaveco.
¿Ustedes no estuvieron
interesados en vender parte de su participación en el proyecto?
Para nosotros, este proyecto es
muy interesante e importante en nuestra cartera, y no tenemos interés en
reducir nuestra participación. El IFC es el que decidió vender el paquete
accionario que tenía desde hace muchos años. Ahora estaremos Anglo American y
Mitsubishi.
¿Qué le sumará Mitsubishi al
proyecto?
Mitsubishi es una compañía muy
grande y seria, por lo que creemos que es un buen socio. Nosotros les damos la
bienvenida.
¿El ingreso de la empresa
japonesa permitiría acelerar la construcción de Quellaveco?
El proyecto avanza lo más rápido
que se puede. Esto [el ingreso de Mitsubishi] no debería afectarlo, más bien
refuerza el hecho de que es un proyecto interesante para otras compañías. Anglo
American sigue siendo el principal accionista y operador y está con todas las
energías para sacar este proyecto en cuanto sea posible.
¿Cuándo será posible?
Creemos que entrará en producción
en el 2016. Son 44 meses de construcción, por lo que en algún momento de este
año deberíamos iniciarla.
La región Moquegua estaba
preocupada por el uso que Quellaveco iba a hacer del agua. ¿Han logrado
resolvereste problema?
Eso fue hace algún tiempo. Hoy
ambos estamos en una mesa de diálogo que ya lleva un año. Se trata de una mesa
bastante ejemplar, promovida por el gobierno regional y donde participan las
municipalidades provinciales y distritales, y la dirige el Ministerio de
Energía y Minas. Uno de los temas que ve es el hídrico, en el cual se ha
avanzado mucho. Nos faltan dos temas más: el de medio ambiente y el de aporte
social. El objetivo de esta mesa es ponernos de acuerdo respecto de cómo se
llevará adelante el proyecto.
¿A qué tipo de acuerdos han
llegado en el tema hídrico?
El conflicto se dio porque se
pensó que se podía afectar el proyecto especial Pasto Grande. Como resultado de
la mesa de diálogo, nos hemos comprometido a construir una presa más grande de
la que habíamos considerado en otra cuenca, con lo cual ya no vamos a afectar
esa reserva.
Quellaveco es un proyecto que se
concesionó en 1992. ¿No se ha perdido mucho tiempo en su desarrollo?
No, para nada. Lo que compramos
eran concesiones y un pequeño campamento minero. Entre eso y construir un
proyecto, hay una gran distancia. Sin embargo, lo importante ahora es que
estamos con todo el interés de desarrollarlo.
¿Cuánto tienen previsto invertir?
La última estimación es que
requerirá una inversión de entre US$2.500 y US$3.000 millones. Las reservas ya
están definidas para los 28 años de operación y son cerca de 974 millones de
toneladas con 0,65% de cobre.
¿Cómo les va en Cajamarca con el
proyecto Michiquillay?
Seguimos adelante. Estamos
trabajando las primeras etapas del proyecto realizando exploraciones y
afianzando nuestra labor social.
¿Qué estrategia aplicarán para
que el proyecto no tenga los mismos problemas que Conga?
Yo evitaría hacer una comparación
con Conga, que es un caso complejo. Lo que sí puedo decir es que tenemos
políticas muy claras en términos de acercamiento a la comunidad y
relacionamiento con todos nuestros ‘stakeholders’, y creemos que estas
políticas deben ayudarnos.
¿Es buena o mala su relación con
el Gobierno Regional de Cajamarca?
Diría que es limitada, más que
buena o mala. Consideramos que tenemos una buena relación con las comunidades
en general. Con las autoridades hay una relación muy amable.
Fuente: El Comercio
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