La Autoridad Nacional del Agua (ANA) le dio la razón a la
empresa Anglo American Quellaveco (AAQ). Este organismo resolvió por segunda
vez que el resultado del “Estudio de Aprovechamiento Hídrico para
abastecimiento de agua al proyecto Quellaveco”, ejecutado en el 2008 por
Schlumberger Water Services (SWS), por encargo de la compañía minera y
actualizado el año pasado, es técnicamente confiable.
Mediante Resolución Jefatural 001-2012, la ANA llega a esta
conclusión tras revisar el estudio de SWS y otro de "Evaluación y Revisión
de los Estudios Hídricos" realizado por los ministerios de Agricultura,
Energía y Minas, y el Gobierno Regional de Moquegua. Ambos arrojan cifras
bastante parecidas. Estos determinaron que la cuenca media del río Vizcachas,
que recibe los aportes de los ríos Chincune y Calasaya, tiene un promedio anual
de 28.02 millones de metros cúbicos de agua.
De esta cantidad, 6.8 millones de metros cúbicos son
intangibles gracias a una reserva a favor del Proyecto Especial Pasto Grande
(PEPG). Del excedente Quellaveco quiere aprovechar 4 millones de m3 al año y en
compensación construir una represa en la cuenca del Vizcachas, con capacidad
para almacenar 60 millones de m3.
El 8 de junio del año pasado, la ANA mediante Resolución
Jefatural Nro. 331-2011-ANA, ya se había pronunciado al respecto, señalando que
existía disponibilidad, pero dos meses después dio marcha atrás por presión de
los agricultores y opositores de la minería y dispuso la revisión de los
estudios realizados por la consultora contratada por Quellaveco.
Para el gerente del PEPG, Fredy Zeballos, el agua que la
empresa quiere tomar no afecta la reserva hídrica del proyecto Pasto Grande.
Vuelven a la carga
Esta nueva decisión no ha caído bien entre los agricultores.
Juan Rodríguez, presidente de la Junta de Usuarios de Moquegua, señala que
habría respuesta con acciones. Anunció que se ha convocado a asamblea para el
jueves, donde analizarán la resolución última.
“A como de lugar quieren que salga este proyecto minero,
pero nuestro reclamo no solo es por el agua, sino también por el temor de
contaminación al río Asana”,
Fuente: La República
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