Si pensaba que la minería informal, oficio que destruye y
contamina la presencia de fauna y flora que la rodea, es un problema exclusivo
de ciudades como Cajamarca y Puerto Maldonado, no es así.
Esta ilícita actividad ha sabido abrirse paso a lo
inaccesible de la geografía de nuestro país, y ahora ya se realiza en la región
de Ucayali.
El sub gerente de Gestión del Medio Ambiente del Gobierno
Regional de Ucayali, Nelson Seijas Valderrama, informó que la minería informal
para la selva ya no es un problema sólo para Madre de Dios, sino que ya se ha
detectado el ejercicio de la minería fluvial de manera ilícita.
“La búsqueda de este preciado mineral, como es el oro, ha
llevado a las personas a adentrarse en diferentes sitios y cuencas donde se
halla este recurso. En el Ministerio de Energía y Minas (MEM) ya existen varias
denuncias sobre ello”, mencionó.
Sobre el mismo tema, destacó que se tratan de pequeños
grupos de mineros informales, que debido a lo precario de su sistema de trabajo
no tienen ningún cuidado con el medio donde realizan sus actividades, y a pesar
del intento del MEM de legalizarlos es difícil hacerlo sin contar con una
reglamentación adecuada para la minería aluvial.
“Ahí está originándose un problema más a fondo, como región.
Debido a la forma como realizan la extracción la contaminación del agua de la
zona será aún mayor, lo que rechaza el gobierno regional de Ucayali y todas sus
autoridades”, manifestó.
Además, señaló que el Estado y las instituciones que tienen
a su cargo la fiscalización de estos temas muchas veces no tienen la logística
necesaria para cumplir con su trabajo y realizar las intervenciones.
“Son zonas de muy difícil acceso. No sólo se trata de la
minería ilegal, sino también de la tala ilegal”, agregó.
Fuente: La República
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