En el Perú hay tres actividades ilegales que destruyen el medio ambiente: el narcotráfico, la tala de bosques y la minería informal; pero esta última mueve una economía que involucra a 150 mil personas del país, afirmó el investigador principal del Instituto del Perú-USMP, Miguel E. Santillana.
Sostuvo que mientras el narcotráfico infiltra en la economía nacional unos 4 mil millones de dólares al año y la tala indiscriminada lleva al mercado negro el 90 por ciento de la caoba que sale del país, los ilegales de la minería mueven no menos de 600 millones de dólares al año.
En una exposición sobre el "Desarrollo de la actividad minera informal en el Perú", en el seminario de actualización de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), Santillana dijo que el caso más dramático de esa actividad es Madre de Dios, cuyas tres cuartas partes de su población se dedica a la minería ilegal.
La minería de este tipo ejerce una enorme presión sobre el medio ambiente y ha generado "una tragedia", cuyas consecuencias están a la vista en los casos de La Rinconada (Puno), Relave (Ayacucho), Laberinto (Madre de Dios) y Las Lomas (Piura).
"La minería informal tiene su propia bancada en el Congreso y hasta su viceministro", denunció el investigador.
En cifras del Ministerio de Energía y Minas, dijo que, actualmente, la producción de oro en el país se la distribuyen Yanacocha, Barrick, Buenaventura, Retamas, Aruntani, Horizonte y Gold Fields.
En esta industria, sin embargo, hay un 32,17% de la producción que se atribuye a "otros", entre ellos Madre de Dios, cuya producción informal del oro alcanza el 10 por ciento del total nacional.
El 2010, el valor de la producción total alcanzó los 5 mil 114 millones de dólares, de los cuales, solamente Madre de Dios representa 510 millones de dólares lanzados al mercado negro.
Una paradoja, conociéndose que Madre de Dios recibe en su presupuesto público 14 mil nuevos soles por canon minero a causa de que el ciento por ciento de su extracción de oro es informal.
En la experiencia piurana, quizás Tambogrande sea la más emblemática. Según Santillana, el 2002, este distrito fue vilmente engañado con una campaña antiminería que costó 6 millones de dólares y que alertaba del riesgo de la desaparición del limón.
Fuente : Correo
0 comentarios:
Publicar un comentario