La verdad al descubierto. A pesar
de los esfuerzos del actual Ministro del Ambiente, Manuel Pulgar Vidal,
para esconder el documento de las
observaciones (de 11 páginas) al Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del
proyecto Conga, la población recuerda que en noviembre del año 2011 se emitió
un documento que cuestionaba el EIA de Conga, el mismo que de ejecutarse
ocasionaría daños irreversibles al ecosistema.
Con el fin de conocer en detalle
los cuestionamientos al EIA de Conga, el Gobierno Regional y las organizaciones
populares y sindicales invitaron a visitar Cajamarca al ex-viceministro de
Gestión Ambiental, José de Echave, para brindar una conferencia de prensa la
mañana del miércoles 25 de enero, y por tarde una conferencia magistral
dirigida a los cajamarquinos sobre los daños irreversibles que ocasionará
minera Conga si sus aspiraciones prosperan.
Las observaciones que hizo el
entonces viceministro del ambiente, José de Echave, fueron de conocimiento de
los hoy ex ministros del ambiente, Ricardo Guieseke y de Energía y Minas,
Carlos Herrera Descalzi; a pesar que el documento obraba en sus despachos nunca
publicaron dicha información porque el gobierno central quiere imponer el
proyecto minero Conga sí o sí, indicó, Sergio Sánchez Ibáñez, asesor técnico
del Frente de Defensa de Cajamarca.
A raíz del reclamo justo de los
cajamarquinos, el gobierno central se siente arrinconado porque ya no pueden
tapar las enormes contradicciones del EIA de Conga; por ello, iniciaron a
bloquear toda acción legal que sea favorable al pueblo de Cajamarca, tal es el
caso de la demanda ante el Tribunal Constitucional para anular la Ordenanza
036, y las mesas de diálogo que desarrolla el Premier Oscar Valdés con las
empresas mineras para elaborar un peritaje favorable a Conga.
El EIA de Conga sólo considera la
mitigación del agua con la construcción de los reservorios y devolverle agua
tratada (no apta para el consumo humano) a la cuenca, a través de tubos porque
desaparecerán las nacientes naturales; la propuesta es la valoración de los
bofedales y lagunas que se van a destruir.
Fuente: El Mercurio
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