Los trabajadores propugnan una minería
responsable, que respete el medio ambiente y los derechos de las comunidades, afirmó
hoy el secretario general de la Federación Minera del Perú, Luis Castillo,
quien cuestionó que algunos pretendan dar un uso político al tema del agua.
Manifestó que Perú es un país
eminentemente minero, donde el 64 por ciento de sus ingresos proviene de esta
actividad, y no se puede atentar contra esa actividad, pero sí reclamar una
política de minería responsable.
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En ese sentido indicó que
“minería responsable” significa que los empresarios respeten el medio ambiente,
el derecho de las comunidades, y de sus trabajadores.
Sin embargo señaló que en la
controversia entre minería y agua existen grupos con una clara intencionalidad,
que buscan darle un uso político el tema de la defensa del agua, y cuestionar
al Estado y al Gobierno.
“Nosotros propugnamos una minería
responsable, que cuide el medio ambiente, que respete los derechos de las
comunidades y los derechos de los trabajadores”, remarcó.
Manifestó que, en ese sentido, el
Gobierno debe seguir como un ente neutral, como la instancia que legisle y
dirima las posiciones entre el trabajador y la empresa.
Comentó que, en el caso del
proyecto Conga, existe una situación política, con grupos en contra, por lo que
se hace necesaria la realización de un peritaje, imparcial y pagado por el
Estado.
“Tenemos que darle todo el
respaldo requerido a este peritaje y de ahí definir el tema. Creemos que este
estudio debe ser hecho por una entidad neutral, que defina el tema y diga si
este proyecto será posible o no”, declaró.
Refirió que, desafortunadamente,
en muchos casos sectores ambientalistas que reciben financiamiento de ONG están
creando corrientes en contra de la actividad minera.
Mencionó el caso del proyecto
cuprífero Tía María, al cual se oponen los ambientalistas, pero que, según los
estudios técnicos, mejorará el sistema de agua, de vida y la economía de la
comunidad arequipeña.
Agregó que estas organizaciones
se opusieron al desarrollo del proyecto Tambogrande, y ahora la minería
informal ha destruido y contaminado el lugar.
Fuente: Andina
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