La alianza estratégica entre la empresa Tintaya Antapaccay y las autoridades y las comunidades de la provincia cusqueña de Espinar ha permitido la ejecución de 756 proyectos productivos con una inversión de casi 170 millones de nuevos soles aportados voluntariamente por la minera.
El convenio, suscrito en 2003 y pionero en el país, posibilitó ejecutar proyectos relacionados al agro, educación, salud, saneamiento, electrificación e infraestructura vial en beneficio de 72 comunidades campesinas de los siete distritos de Espinar y su capital.
Mediante la gestión del convenio marco se implementó, por ejemplo, el Centro de Recursos Educativos de Espinar (CREE), que capacita a alumnos becados del quinto de secundaria en el reforzamiento de aptitudes académicas para que enfrenten con éxito su postulación a las universidades.
Otras obras impulsadas son la planta procesadora de lácteos, el hospital de Espinar tipo II-1 y la planta de fibra de alpaca y lana de ovino, cuya primera etapa ya culminó.
Con el fin de compartir la experiencia de desarrollo gracias a la minería y conocer la capital peruana, un grupo de 28 presidentes comunales y dirigentes sociales de Espinar visitó recientemente la ciudad de Lima.
La visita fue promovida por una fábrica de mallas metálicas que consiguió numerosos clientes entre las comunidades, que utilizan el material para delimitar sus tierras, resguardar el ganado y mejorar sus cultivos.
La introducción de modernas técnicas en el campo ha posibilitado convertir a Espinar en la provincia mejor tecnificada de Cusco.
El presidente de la comunidad de Ichicollo, Edelmiro Llacho, señaló que el convenio trajo desarrollo y progreso en aquellas localidades olvidadas por todos.
"Mi comunidad, ubicada a 4,850 metros sobre el nivel del mar, jamás recibió apoyo. Ahora, con el convenio, ya tenemos ayuda para mejorar nuestros cultivos y la lana de nuestras vicuñas", manifestó.
El sociólogo e investigador de Desco, Franciso Durand, sostuvo que "la mina Tintaya se presenta ante el mundo como un ejemplo global de buenas relaciones comunitarias".
"Tanto BHP Billiton como su sucesora, Xstrata, negociaron con comunidades campesinas y el pueblo, resolvieron viejas disputas y tratan de manejar el entorno con modernas teorías gerenciales. Este es un hecho positivo que todos reconocen, incluyendo las organizaciones populares y los líderes más radicales", destacó.
Fuente: Andina
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