La población de la provincia cusqueña de Chumbivilcas ha
empezado a dividirse en torno a las actividades que despliega la gran minería
en la zona.
Mientras que los comuneros y el alcalde del distrito de
Llusco, Jaime Mantilla, alientan la expulsión de las mineras Anabi (en
explotación) y Ares (en etapa de exploración) por considerar que “contaminan y
contaminarán las cabeceras de los ríos Molino y Santo Tomás”, otras comunidades
y autoridades como las del distrito de Quiñota están a favor de la actividad
extractiva.
Ayer el alcalde provincial de Chumbivilcas, Florentino
Laime, reconoció la existencia de opiniones divididas en torno a Anabi y Ares.
Dijo que un buen número de comunidades de Quiñota han sido beneficiadas con el
trabajo de explotación de oro, plata y cobre en la mina Anabi.
“Las mineras han dado ambulancias, carreteras, han hecho
mejoras en escuelas de Quiñota, pese a que no hay ningún convenio marco. Por
eso esas comunidades los apoyan, en cambio otros como Llusco la rechazan. Están
divididos en Chumbivilcas”, explicó.
Anunció que convocará a los alcaldes distritales, dirigentes
campesinos y representantes de las empresas mineras cuestionadas a una reunión
para la segunda quincena de enero del 2012. En ella cada sector “expondrá su
posición y buscaremos una salida a través del diálogo. Yo soy partidario de
agotar la conversación antes de ir a protestas”, dijo.
Laime agregó que otra salida sería la realización de un
referéndum para que la población defina en las urnas si admite o no la
actividad minera en la provincia, cuyo territorio ha sido entregado en
concesión en más del 90% a la pequeña, mediana y gran minería.
Fuente : La República
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