Los pobladores de la zona denunciaron la contaminación de las aguas subterráneas y del cauce de una quebrada seca del lugar
Una mina informal que funcionaba en un anexo de la asociación de vivienda Sol Naciente California, un lugar rodeado de cerros y con sol radiante de Chosica Alta, utilizaba mercurio y cianuro para separar el oro y la plata del material rocoso que extraía de un cerro colindante. Por eso, la Municipalidad de Chosica la clausuró.
Los pobladores de la zona habían denunciado la contaminación de las aguas subterráneas y del cauce de una quebrada seca con los relaves y los elementos químicos mezclados con agua que eran arrojados. El alcalde distrital Luis Bueno Quino dispuso que la Gerencia de Rentas de su comuna la cerrara.
En ocho casas de madera que servían de oficinas y depósitos de la clandestina mina se colocaron carteles de clausura. Los motivos fueron no contar o no ampliar el giro de la autorización municipal de funcionamiento y carecer del informe técnico de Defensa Civil. En el lugar se hallaron molinos con generadores eléctricos, batanes con sus piedras curvas y pozas para mezclar el mercurio y el cianuro con el agua.
In Situ
Representantes de la Defensoría del Pueblo y el Ministerio de Energía y Defensa Civil se dirigieron ayer al lugar para constatar el daño ecológico. El sitio lucía desierto. No estaban los casi 50 trabajadores informales, entre obreros, niños y mujeres que, se sabía, cumplían tareas de transporte del material rocoso, trituración, molido y tratamiento químico.
Manlio Álvarez Soto, de la Defensoría del Pueblo Zonal Este, dijo que unas 300 familias se veían afectadas por la clandestina práctica de explotación del oro y la plata. “Sabemos que los relaves los sacaban en camiones para venderlos a fábricas de Ancón y de la periferia, en las que –refirió– se terminaba de sacar el material que no era extraído en Sol Naciente California”.
Álvarez también dijo que otra cantidad era arrojada al cauce de la quebrada o se quedaba en el lugar. Añadió que la Dirección de Salud Lima IV evaluará la salud de los residentes para conocer si sufrieron algún tipo de contaminación por esta ilícita actividad.
Población protesta
Los pobladores, con carteles, pidieron a las autoridades que no permitan el resurgimiento de la actividad minera. “Este es un lugar para viviendas. Los sujetos que explotaban la mina no son de la zona, se posesionaron para realizar su ilegal práctica. La gente acudía allí por falta de trabajo y ganaba entre 15 a 20 soles diarios”, expresó Víctor León Maíz, representantes de los vecinos.
Nixon Castro Quispe (37), uno de los cargadores informales que se apareció por el lugar, dijo ser natural de Huancayo y que no conocía a los dueños de la mina, pero detalló que estos le pagaban un jornal de 20 soles diarios para transportar sacos del material rocoso del cerro hacia los molinos. “No estoy involucrado en el tratamiento químico, solo traía el material del cerro porque me pagaban un jornal”, expresó.
Fuente: Diario El Comercio
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