El Relator Especial de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas, James Anaya, exhortó al Gobierno de Perú y a los dirigentes indígenas del departamento de Puno a mantener el diálogo para asegurar una solución pacífica a los conflictos relacionados con temas mineros y petroleros en la región, a raíz de los recientes hechos de violencia en la localidad de Juliaca en los que cinco personas perdieron la vida y más de 30 resultaron heridas.
“Llamo al Gobierno peruano y a los dirigentes indígenas que participaron en las protestas de Puno a mantener el diálogo de buena fe para solucionar el estado de conflictividad generado por la actividad minera y petrolera en la región”, dijo el Sr. Anaya. “Los exhorto a concertar medidas, tales como los mecanismos de consulta con los pueblos indígenas, que se puedan adoptar en el contexto de esas actividades extractivas, además de atender los problemas relacionados con los efectos nocivos que ha generado la actividad minera en la región”.
Para el Relator Especial, “es necesario que todas las partes respeten al derecho a la vida y otros derechos humanos fundamentales y que aseguren que las protestas legitimas de los pueblos indígenas en defensa de sus derechos, así como la respuesta por parte de la fuerza pública, no generen situaciones que pongan en riesgo la vida e integridad personal de los manifestantes y de otros ciudadanos”.
“Invito al Gobierno de Perú a tomar las medidas necesarias para esclarecer los hechos ocurridos el pasado 24 de junio en Juliaca”, dijo el Sr. Anaya, “y a que proceda con diligencia a investigar, procesar y sancionar a las personas responsables de las muertes de las cinco personas durante los sucesos del pasado 24 de junio”.
Fuente: Prensa Naciones Unidas para los Derechos Humanos
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