Tras el último sismo de 6,7 grados quedó demostrado que Ica y Pisco siguen siendo ciudades vulnerables. Por ello, y por los recuerdos del devastador terremoto de hace cuatro años, la situación exigía una reacción rápida del gobierno para no repetir errores. Así, el presidente Ollanta Humala adelantó su regreso al Perú para, una vez en tierra, trasladarse a la zona y verificar la asistencia a los afectados por el sismo. En su retorno a Lima hizo una revisión de sus primeros 100 días y prometió poner las reglas claras para el sector minero.
Vestido de jean azul y camisa blanca, como en los tiempos de campaña, el jefe del Estado llegó a la plaza Dos de Mayo pasadas las nueve de la noche procedente de Pisco, y de inmediato se dirigió a los nacionalistas que habían llegado para celebrar el sexto aniversario de la fundación de su partido y los 11 años del levantamiento de Locumba.
“Pisco no puede esperar más. Sin robo y sin corrupción, el Estado tiene que llegar a todo el territorio nacional”, dijo Humala.
Horas antes, el mandatario peruano, previa escala en Pisco, llegó a Ica en un helicóptero del Ejército, y la primera zona a recorrer fue la avenida Acomayo. Tras ello, visitó a los heridos del sismo en el Hospital Regional, e inspeccionó la iglesia matriz, la cual está a punto de caerse.
“Encontramos un país carnetizado y privatizado, pero nos hemos dado cuenta de que además del sur, el norte y la selva también tienen sus demandas. Mi compromiso es establecer una política hídrica y así evitar más conflictos sociales. Pondremos las reglas claras para el sector minero”, acotó.
Admitió que el Perú necesita de las inversiones mineras, pero recordó que la principal fuente de riqueza es el capital humano. El líder nacionalista también se refirió al levantamiento de Locumba: “No nos equivocamos, porque nació del pueblo peruano. Ahora necesitamos reafirmar la democracia, y que no sea solo para los ciudadanos de primera categoría”, reafirmó.
Fuente : La República
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