En el alejado distrito de Llusco, de la provincia cusqueña
de Chumbivilcas, a siete horas de Cusco, podría replicarse un fenómeno similar
al de la región Cajamarca. Ahí las organizaciones de base y el alcalde
distrital, Jaime Mantilla, dieron plazo hasta fin de año a las mineras ANABI
(en explotación) Ares y Azuca (en exploración) para que se retiren de la zona,
donde planean explotar inmensas vetas de oro, plata y cobre. De lo contrario, dijo Mantilla, las comunidades
de Chumbivilcas tomarán los campamentos en los primeros días de enero del 2012
y los expulsarán.
Los chumbivilcanos aseguran que los proyectos se ubican en
las cabeceras de los ríos Molino y Santo Tomás, y su puesta en marcha
contaminaría su caudal, afectando la actividad agrícola y ganadera. “Nosotros
no queremos oro, ni plata ni cobre, nosotros queremos el agua y la agricultura.
No nos traen ningún beneficio, por el contrario contaminan todo y nos matan”,
dijo el alcalde de Llusco.
Mantilla pidió al Ministerio de Energía y Minas (MEM) anular
las concesiones mineras en esa provincia, que actualmente cubre más del 80% de
territorio chumbivilcano.
Fuente : La República
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