El gerente general de la Compañía de Minas Buenaventura, socia de Newmont Mining en el proyecto minero Conga, dijo que el 85% del agua de Cajamarca no es aprovechada en la región.
En entrevista Benavides dijo que debe dejar de hablarse de los conflictos por el agua y comenzar a hablar de la "hermandad del agua", pues son las mineras las que tienen el capital para represar el agua en las alturas, en beneficio de la agricultura, la ganadería y de la propia minería.
"Esta hermandad significa la posibilidad de retener aguas de lluvia en la cordillera, que pueden ser usadas en la época seca, para beneficio de todas las actividades económicas", comentó.
Dijo que en el caso de Cajamarca, las cuatro lagunas artificiales que se plantean triplicarían la cantidad de agua disponible hoy en la zona, y que estas grandes cantidades de agua son necesarias para evitar que los sedimentos pasen a los ríos.
"Eso es un hecho indiscutible, que está en el Estudio de Impacto Ambiental. Lo que pasa es que todos lo comentan y discuten, pero nadie lo ha leído", dijo Benavides.
Sostuvo que estas obras, de gran beneficio para la población, no podrían haberse construído antes, porque las grandes obras de infraestructura requieren una justificación económica.
"Las obras de infraestructura no salen de la nada. Podemos discutir en todo caso a quién le corresponde hacer esas obras. Si a las mineras o al Estado con los impuestos que pagan las mineras", añadió.
Los represamientos de Conga, precisó, no son los únicos que se proponen, pues también están las que se plantean para el proyecto Chucapaca, de la minera Gold Fields en Moquegua, y la presa Paltiture, parte del proyecto Quellaveco de Anglo American.
"¿Por qué tenemos un Tía María (proyecto de Southern Perú en Arequipa con inversión de US$ 1.000 millones) discutiendo por el agua, cuando el agua hoy se va a al mar?", comentó.
Carretera
Benavides dijo que otro tipo de infraestructura en que la minería puede contribuir con el desarrollo son las carreteras.
Este fin de semana, el empresario estará en Oyón (sierra de Lima) inaugurando una vía de 20 kilómetros hasta Churín, hecha gracias al aporte conjunto de US$9 millones de las mineras Buenaventura, Los Quenuales y Raura.
Además, dijo, contaron con la colaboración del Ministerio de Transportes (MTC), del Gobierno Reginal de Lima y de las comunidades en torno a la vía. Con el aporte no solo de dinero sino de gestión de las mineras, precisó Benavides, el tiempo total de construcción de la carretera se ha reducido en dos años.
Se trata de una vía de 20 kilómetros de un total 120 kilómetros que debe ser parte del eje Cañete-Cruzeiro do Sul, que ayudará a descongestionar el trásito de la Carretera Central y que contribuirá con el desarrollo del turismo en los baños termales cercanos a Churín, así como en Rapaz, lugar del quipu más grande, que es en realidad un conjunto de quipus.
Benavides señaló que, según le han informado en el MTC, ya está todo listo para licitar la parte de la carretera que llega hasta la costa: Churín-Huaura -Río Seco.
Fuente: RPP Noticias
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