La reunión programada para ayer
entre los funcionarios del gobierno central y los representantes del distrito
chumbivilcano de Llusco se frustró. Un comunicado de último momento enviado por
la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) indicaba que sus representantes
no se presentarían en la zona. Debían resolver el conflicto minero.
El representante de la Defensoría
del Pueblo en Cusco, Silvio Campana Zegarra, señaló que la renuncia de Luis
Ortigas al viceministerio de Energía fue el principal motivo para que fracase
el diálogo. El funcionario había sido designado para asistir a la reunión en
Chumbivilcas.
Los dirigentes de Llusco dieron
un plazo de 48 horas para que el gobierno central envié a sus representantes,
de lo contrario iniciarían medidas de fuerza.
El presidente regional, Jorge
Acurio Tito; el congresista Rubén Coa, el consejero Milton Barrionuevo y el
alcalde de Chumbivilcas, Florentino Laime, conformaron la Comisión de Diálogo
para gestionar la llegada de los funcionarios desde Lima.
Los dirigentes y comuneros de
Llusco exigen el retiro inmediato de las mineras Anabi y Ares, que extraen
minerales en el vecino distrito de Quiñota. Señalan que sus actividades habían
ocasionado la contaminación del río Molino y que sus ganados habían fallecido
por este motivo.
También denunciaron que sus
habitantes habrían sufrido enfermedades en la piel y dolores estomacales por
consumir el agua del río Molino. Los dos estudios realizados por la Dirección
de Salud del Cusco descartan la contaminación, pero los pobladores rechazan
estos informes.
A inicios de enero los pobladores
de Llusco realizaron una protesta en contra de las mineras. Interrumpieron el
tránsito de los vehículos que se dirigían a los campamentos.
A diferencia de los pobladores de
Llusco, un grupo de comuneros de Quiñota respalda a las mineras, debido a que
trabajan en las actividades de explotación.
Campana Zegarra señaló que la
mejor manera de solucionar el problema es mediante un estudio internacional
que descarte o confirme la contaminación
del río Molino. Exigió la intervención del Organismo de Evaluación y
Fiscalización Ambiental (OEFA)
“Pido paciencia a la población de
Llusco, la reunión de todas maneras se realizará. La OEFA debe presentar un informe final”,
señaló.
Fuente: La República
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