En un principio, los dirigentes de la Federación Minera de Madre de Dios (Fedemin) suspendieron la protesta como expresión de duelo por la muerte del nativo Francisco Areque Jipa, del minero Julio Ticona Medina y del comerciante Carlos Lancy Yumbato. Los tres fueron impactados por proyectiles. Pero mientras los dolientes velaban a sus seres queridos, continuaron negociando con representantes del Ejecutivo para restablecer contactos. Por fin, ambas partes, conmovidas por los graves acontecimientos violentos de la víspera, acordaron debatir este lunes una agenda en Lima. De este modo, el paro se ha congelado indefinidamente.
Mientras tanto, el ritual fúnebre continuará con su propia agenda. Los muertos serán sepultados hoy, si hay suerte.
El nativo Francisco Areque Jipa, de 36 años, de la etnia Harakmbut, era de la comunidad de San José de Kareni, donde trabajaba como minero artesanal. Recibió un balazo en la frente. Deja tres niños huérfanos.
El ataúd de Julio Ticona Medina tuvo que ser llevado al teatro municipal de Puerto Maldonado. Ticona trabajaba en el sector minero 103, en La Pampa, lugar prohibido para la extracción minera. El minero recibió un impacto de bala en el tórax y murió poco después de ser sometido a operación.
Hasta la noche de ayer, el cuerpo del comerciante Carlos Lancy Yumbato continuaba en la morgue. Lancy era vendedor del Mercado Modelo de Puerto Maldonado. Una bala perdida acabó con su existencia.
Los restos de los fallecidos se quedarán en su tierra, al igual que sus doloridas familias, pero el diálogo será en Lima. Las muertes fueron en Madre de Dios.
“Ya tenemos una agenda establecida. Llamamos a la reflexión a los dirigentes. El gobierno nacionalista quiere que se solucionen los problemas”, señaló el gobernador de Madre de Dios, Gilbert Galindo Maytahuari.
La noticia fue confirmada por el presidente de la Fedemin, Luis Otzuka Salazar: “No habrá paro mientras tengamos diálogo en Lima. Los mineros estamos dispuestos a buscar una solución pacífica a nuestros problemas”.
La federación representa a los mineros formales, informales e ilegales. Empero, en las conversaciones en la capital no estarían considerados los mineros ilegales que extraen oro en la zona de amortiguamiento e intangible de Tambopata.
Aunque la negociación se trasladará a Lima, en Madre de Dios todavía hay un foco de protesta: las familias de los 60 detenidos por la policía durante los actos violentos.
La Fedemin ha pedido al Ejecutivo que los libere y que los ponga bajo citación para evitar un nuevo brote de protesta que podría afectar el proceso de diálogo. "Nos han dicho que los quieren trasladar a Lima, eso sería una provocación innecesaria", señaló el gobernador Galindo.
El jefe policial de la región sur, general PNP Héctor Dulanto, expresó que ha redoblado los esfuerzos por restablecer el orden en la ciudad amazónica. Pero dijo algo también muy cierto: "Esto no es un tema policial que se solucione con refuerzos. Es un tema social que merece pronta solución".
Nativos tienen agenda propia
El presidente de la Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes (Fenamad), Antonio Iviche Quique, aclaró que nadie les ha pagado por haberse sumado a la protesta.
"Nosotros somos mineros artesanales y nos afecta el Decreto Legislativo 1100 porque permite la formalización de terceros dentro del territorio comunal, y eso no puede ser. No pueden dar concesiones dentro de nuestro territorio", dijo.
"Nosotros proponemos que se otorgue concesiones solo a la comunidad para minimizar la depredación y el daño al medio ambiente porque nosotros trabajamos artesanalmente", indicó.
Fuente: La República
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