La Libertad - Las cabeceras de las cuencas de los ríos Perejil, Chuyuhual y Caballo Moro, en el norteño departamento de La Libertad, registran un alto grado de contaminación por metales producto de la minería que hacen de sus aguas no aptas para el consumo humano, según un estudio presentado hoy.
La información, recogida por los campesinos de la zona, está plasmada en el libro “Vigilancia ciudadana de la calidad del agua. Una experiencia desde la sociedad civil en el departamento de La Libertad".
Según el estudio, las cuencas hidrográficas mencionadas registran metales pesados como manganeso, aluminio, hierro, níquel y cadmio en parámetros que oscilan entre 0.53 y 5.68 miligramos por litro.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) precisa que, en el caso de esos metales, los parámetros permisibles para el consumo humano deben fluctuar entre 0.20 y 0.50 miligramos por litro.
De acuerdo al monitoreo ejecutado entre 2005 y 2010, la presencia de los metales se incrementó significativamente en los últimos dos años. En consecuencia, las aguas de los ríos Perejil, Chuyuhual y Caballo Moro no son aptas para el consumo humano y, en algunos casos, tampoco para los animales ni el riego de cultivos de panllevar.
El defensor del Pueblo (e), Eduardo Vega Luna, señaló que es un informe "pionero" que se realiza con la participación y vigilancia de las rondas campesinas de las zonas involucradas.
“Es una experiencia que puede ser replicada en otras cuencas del país, considerando que son los campesinos quienes utilizan directamente el recurso hídrico, por lo que tienen derecho a conocer su calidad", sostuvo.
“Nadie se opone a la inversión ni a las actividades extractivas, pero se pide que estas se hagan con responsabilidad y respeto al medio ambiente", enfatizó.
Vega Luna dijo que existen empresas interesadas en asumir la responsabilidad social que les corresponde y poder manejar sus proyectos mineros con estándares adecuados.
“Eso hay que destacarlo y decirlo con el propósito de que se multiplique en todas las empresas que tienen inversiones en el Perú”, aseveró.
Por su parte, el arzobispo de Huancayo y presidente de la Comisión Episcopal de Acción Social de la Conferencia Episcopal Peruana, Pedro Barreto, señaló que sólo el trabajo conjunto entre el Estado y la sociedad civil permitirá reducir los niveles de contaminación de las cuencas mencionadas.
Sostuvo que la labor de monitoreo del agua se hizo a través de alianzas con entidades como la Pontificia Universidad Católica del Perú, la Universidad Nacional de Trujillo, el Instituto Peruano de Educación en Derechos Humanos y la Paz (Ipedehp) y otras.
Los campesinos involucrados en la iniciativa fueron capacitados para que puedan hacer correctamente el monitoreo respectivo.
Monseñor Barreto informó que la minera Barrick Misquichilca S.A. realiza una intensa actividad de remoción de tierras para la extracción de oro, lo que provoca la contaminación.
Además, dijo, las minas dedicadas a la extracción del carbón de piedra, en su mayoría informales, también contaminan las aguas porque provocan la erosión de los suelos y generan desmontes.
El defensor del Pueblo (e) y monseñor Barreto tuvieron a cargo la presentación del libro en el auditorio de la Derrama Magisterial, ubicado en el distrito limeño de Jesús María.
La publicación fue elaborada por la Compañía de María (Marianistas) y el Ipedehp, con apoyo de la organización de obispos alemanes Misereor.
Fuente : Correo
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