Pese a la intensa lluvia que cayó ayer sobre Puerto Maldonado, cerca de 1.000 agricultores –apoyados por universitarios y algunas organizaciones de la sociedad civil– se manifestaron contra la depredación del medio ambiente y el atropello de los derechos humanos que ocasiona la minería informal en la región.
La Marcha por la Defensa de la Vida y la Dignidad de Madre de Dios recorrió las principales avenidas de la ciudad con el fin de exigir a las autoridades acciones concretas para el ordenamiento de la actividad minera y la declaratoria de emergencia ambiental y sanitaria en el sector de La Pampa, una promesa voceada hace meses pero que nunca llega a concretarse.
“Necesitamos que se tomen acciones. Cada vez hay menos tierras para cultivar y nuestra producción es casi de subsistencia. Va a llegar el día en que las autoridades se den cuenta de que el oro no se come”, sentenció Fernando Tijé, un agricultor de Villa Santiago que viajó 170 kilómetros hasta Puerto Maldonado para que su voz sea escuchada
Fuente : El Comercio
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